-Aunque somos todos ya talluditos, lo cierto es que
como compañía somos un grupo joven. "CONDENADAS" será nuestro segundo montaje. El primero fue “Lorca”, un emocionante espectáculo de poesía, teatro, música y baile que hemos movido con buenos resultados por distintos municipios del Valle.
-En un principio, la idea era hacer una obra de creación colectiva. Les propuse a las actrices, en ese momento eran todo mujeres, que buscasen un personaje lo más diferente posible a cada una de ellas y vinieron con una galería fascinante, había en ella un montón de ideas excelentes que no se podían dejar pasar. Empezamos a hacer improvisaciones con los personajes y un día salió el tema de la cárcel, un lugar idóneo para situar a esa colección de mujeres tan dispar. El problema que tenemos los grupos aficionados es que cada cual tiene su vida, y es muy difícil tener continuidad. Para hacer un trabajo de creación tan exigente como es la escritura de una obra y su posterior montaje y representación, hay que echarle muchas horas, de las ganas ya ni hablemos. Pero como digo, el punto de partida me resultó fascinante, así que cogí lápiz y papel y me lié a garrapatear páginas. He de decir que no me costó tanto como podría pensarse, el material que aportó el grupo un material magnífico, hizo que las páginas se escribieran casi solas, los personajes estaban vivos, me hablaban… Mi trabajo consistió casi en una mera transcripción.
-Ya, qué modesto eres Budi, déjame que te lo diga... Y ahora vamos al tuétano del asunto. ¿De qué va "CONDENADAS"? ¿Qué historia cuenta, cuáles son los temas que toca?
-Es la historia de cinco mujeres que, por diferentes avatares de la vida, acaban en la cárcel. Sus delitos son menores, son gente corriente que por circunstancias ha acabado en el talego. El caso es que juntas a cinco mujeres, como ya he dicho corrientes, cada una con una vida diferente a la de las demás, cada una de su padre y de su madre, y se monta un batiburrillo chispeante donde la amistad, el amor, la ternura, la imaginación, luchan a brazo partido contra la avaricia, la intolerancia, el abuso, el odio, creando unas situaciones en que la sonrisa y el llanto se suceden continuamente, cuando no van de la mano.
-¿Se trata entonces de una tragicomedia?
–No, más bien de una comedia, de una comedia muy vital, además. Pero en la vida, en todas las vidas, hay también una buena parte de sufrimiento.
–Para ti en particular, como director, ¿qué está suponiendo la experiencia de llevar a término un montaje tan exigente, teniendo en cuenta que sois una compañía de teatro aficionado?
–Ha habido momentos desesperantes en los que hubiese tirado la toalla. Pero estas “malditas condenadas” no me dejaron. Su entusiasmo y su amor al proyecto cogieron las riendas y pusieron el carro en marcha de nuevo. Y bueno, después de más de año y medio, después de tantísimo trabajo, de haber reído y llorado en los ensayos, de ver cómo crecían los personajes e iban adquiriendo vida propia, después de ver escenas en las que me emociono una y otra vez a pesar de haberlas escrito y dirigido… No me queda otra que sentarme en un rincón y llorar de felicidad, me siento muy afortunado de haber vivido, de estar viviendo esta experiencia. ¿Qué ha supuesto para mí? Creo que puedo hablar por el resto. Todos, todos hemos crecido como personas al meternos en la piel de las “Condenadas”.
–¿Qué objetivos os habéis marcado con la obra? ¿Hasta dónde esperáis llegar con ella?
–De momento nuestro objetivo es que nazca, que vea la luz, que cobren vida los personajes delante del público. Y más adelante se tratará de compartir y pasear cuanto nos sea posible a la criatura. En un principio nos gustaría moverla en el Valle y aledaños, también queremos llevarla a algún festival, y nos haría especial ilusión poder representarla en cárceles. Pero no podemos olvidar que somos aficionados, cada cual tiene su vida, su trabajo, sus toneladas de obligaciones… Ya sabes, todos estamos “condenados”.
–¿Tenéis ya fecha de estreno?
–Si nada se tuerce, el estreno será el 20 de octubre. En "La Faena", por supuesto. La idea es estar representándola los fines de semana en Piedralaves mientras haya gente que quiera verla. Ahora no pensamos más allá, nuestra meta está en el estreno y en esas primeras funciones, que nos servirán para acabar de cuajar la parte artística, la técnica… Es una suerte estrenar "en casa" la verdad, nos ayuda mucho tener una sede. Y después… Ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él.
–Ahora que el final, o más bien el principio, está tan cerca y puedes empezar a hacer balance, ¿qué conclusión sacas? ¿Animas a otros a emprender un proyecto como el vuestro? La verdad es que sería un lujazo poder disfrutar regularmente de teatro de calidad en la comarca…
-–Animar, animo a todo el mundo, puesto que la experiencia es maravillosa. Ahora bien: requiere mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucho sacrificio, más del que se puede imaginar quien nunca lo ha vivido desde dentro… El teatro es muy, muy exigente, poner en pie una obra como "CONDENADAS" es un empeño titánico.
–Pues muchísimas gracias por tus palabras, Budi. Y, como se dice en estos casos, mucha mierda.
–La vamos a necesitar, joder, mucha mierda y mucho apoyo, la inminencia del estreno nos tiene acojonados… Y hemos de reconocer que es una sensación que nos gusta.